lunes, 31 de marzo de 2008

LAS CASAS QUE SE RAJAN

¿Cómo es esto que se agrietan las paredes de las casas de los vecinos de White? ¿Por qué se abrirán así? Algo pesado ha caído en algún punto y abrió una grieta que sobrevive como una chispa en una mecha infinita. Se bifurcó veloz y ya no se reconoce La Fisura que dio comienzo a todo. Las ramificaciones viajan al ras, hasta trepar las paredes de las casas de la calle ...

La gente las imagina vivas, con una fuerza que les viene de lejos, más allá del barrio. Una herida que, una vez metida en las casas, crece desde los zócalos hasta morir a cierta altura en la pared. Pero, ¿de dónde vienen? ¿cómo hicieron tan silencioso trabajo? Extrañados ante semejante y grosera irrupción, aprendieron a convivir. Ahora comparten la siesta con las grietas de las habitaciones, el desayuno con las de la cocina.

Las grietas viajan inasibles por donde haya hormigón, cemento, ladrillo. No esperan la noche para trabajar. Se van abriendo camino, alimentándose de la aridez y del tiempo. Se reproducen. Husmean la sequedad y lo más viejo cede, sin más.



Foto de Cristian Peralta

Están volviendo- conceden los viejos vecinos, reunidos en la vereda, movidos por lo que parece una novedad para algunos, un mal sueño para otros y un problema general.

¿Las trae el fondo del mar? ¿El suelo arcilloso? Algunos, a viva voz, lo atribuyen a algún espíritu maligno que anda rondando las calles, otros profetizan que se trata de un mal augurio, una señal de lo que vendrá. Exaltados, metafísicos y materialistas, acusan a los políticos de turno.

Pero alguno recordó cuando se empezaron a levantar, hace veinte años atrás, las moles de cemento y acero en el puerto. Señaló la coincidencia de la edificación de aquella ciudadela de ruido y luces, tan cercana, con el surgimiento de estas grietas y todos callaron por un momento, ante semejante claridad.

Sucede que para instalar los silos de cemento, los muelles de las transnacionales, sus cañerías y conductos, los enormes cubos negros de la Termo fue necesario bombear las napas subterráneas para lograr un terreno sin rasgos de humedad.

Entonces, uno de los apocalípticos, trajo al presente el trabajo de extracción que había estado haciendo aquella draga holandesa en estas costas, para lograr un calado más profundo. Y otro se hizo escuchar arengando contra la tecnología soviética y la instalación de la termoeléctrica.

¿Serán estas fisuras las líneas del progreso? ¿Vendrán de más lejos, más allá del mar? ¿Existirán estas rajaduras en Europa o en la vieja Rusia? Mal de la globalización, algunos se consuelan con la idea de compartir algo con el resto del mundo, aunque la casa se le venga abajo.

Se está haciendo tarde y la reunión espontánea se va disgregando. Mañana volverán a juntarse. Mientras tanto, a medida que la noche avanza, las luces del puerto se dilatan y los ruidos crecen en intensidad.

jueves, 27 de marzo de 2008

GALPÓN WHITE (visita domingo 23 de marzo de 2008)

Pedro Caballero hace la visita. Él mismo, durante la semana, seleccionó las herramientas para el carrito azul. Herramientas grandes y pequeñas, herramientas inglesas del ferrocarril inglés, herramientas made in güite, como le gusta decir a Pedro, hechas a medida en los talleres de White, en las que se perciben los golpes de maza, el trabajo artesanal del metal. Herramientas de todos los tamaños, para todas las funciones. Demasiadas herramientas.

- Pedro, vamos a tener que achicar el lote de herramientas
- ¿te parece?
- Y... con esto que tenemos la visita va durar cuatro horas... con suerte

Achicamos el lote, nos quedamos con ocho herramientas. La estrella es la llave que ajustaba la Bola Universal. Qué era la Bola Universal, qué función cumplía, todo lo explica Pedro con claridad meridiana. Todo menos el nombre. “Vaya uno a saber por qué le pusieron Bola Universal, era una tuerca... pero a uno le decían andá a ajustar la Bola Universal, y uno ahí iba, con esta llave”. Hay una llave que pesa, fácil, 20 kilos. Con Pedro pedimos un voluntario para levantarla, después pasa de mano en mano; vuelve rápido al carrito. La pregunta, entonces, es ¿y usaban esto, entre cuántos, cómo hacían? Después la presentación deriva a los usos non sanctos que se les daba a los petardos de emergencias (que contenían pólvora), previstos para, en caso de accidente, ser colocados en la vía a cierta distancia de modo que si se acercaba un tren, la explosión alertara al maquinista. Pero también admitían otros usos, menos urgentes, más festivos (según la extraña concepción de festejo que se manejaba en los talleres) como la voladura de sartenes cuando se arrojaba un petardo al fuego donde se preparaban unos bifes, y diversiones así.
.



Pedro Caballero con la Super Tifón, bocina de locomotora Diesel, en el depósito de Ferrowhite

Lo interesante de la experiencia es el carácter dialógico que presenta. Entre las preguntas siempre asoma un comentario, como el hombre que de chico vivía cerca de la estación de Punta Alta, y conocía herramientas y rutinas de trabajo de conversar, hace años, con los ferroviarios puntaltenses. O la mujer cuyo padre fue ferroviario. O...

GALPÓN WHITE (ciclo de visitas al depósito de la mano de un ferroviario)

Ferrowhite inicia el ciclo Galpón White, visitas al depósito de conservación de la mano de un ferroviario.
Dos domingos al mes, un par de veces por tarde (de 17 a 18hs) un ferroviario guía a un grupo de visitantes por el depósito de conservación de FW. Propone una recorrida rápida por cada estantería, y luego se ubica tras un carrito azul que contiene una cantidad X de piezas (seleccionadas por el guía) cubiertas por una caja de vidrio, e iluminadas. Los visitantes se congregan alrededor, se retira la caja de vidrio y nuestro ferroviario comienza su explicación.