viernes, 2 de noviembre de 2007

¿QUÉ ES UN ARCHIVO? (SEGÚN VIVI TELLAS)

A un día del estreno de MARTO CONCEJAL, fragmentos de un texto inédito de Vivi acerca de su experiencia en el teatro documental, qué es un archivo, la teatralidad fuera del teatro, el UMF, cómo secuestrar un intérprete, y otros conceptos de utilidad:

Desde hace unos cinco años todo mi trabajo gira alrededor de una idea: buscar teatralidad fuera del teatro. Hice cuatro obras que prefiero llamar “archivos”: Mi mamá y mi tía, Tres filósofos con bigotes, Cozarinsky y su médico y Escuela de conducción. En todas he trabajado con personas comunes y con los mundos reales a los que pertenecen.

Mi premisa es que cada persona tiene y es en sí misma un archivo, una reserva de experiencias, saberes, textos, imágenes. El punto de partida es muy simple: veo algo o alguien que me entusiasma, me emociona, me despierta curiosidad, y muchas veces estoy sola y pienso: “Qué bueno sería poder compartir esto”. Por eso decido ponerlos en escena: porque tengo ganas de desplegar y compartir lo que descubro en cierta gente o ciertos mundos. De modo que tomo ese mundo, hago un procedimiento, le pongo mi mirada y después muestro la sustancia que resulta.
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En todos los casos son mundos que he experimentado en persona. Ésa es la primera condición para que puedan convertirse en archivos teatrales. La segunda es que tengan algún coeficiente de teatralidad. La zona de los mundos que me interesa es ese umbral en el que la realidad misma parece ponerse a hacer teatro: es lo que yo llamo Umbral Mínimo de Ficción (UMF). [Fiction Minimal Threshold] Hay UMF, por ejemplo, en la tendencia natural a la repetición que tiene el comportamiento humano.
Creo que en todo no actor hay una “actuación”, pero es una actuación siempre amenazada; está signada por el azar, el error, la falta de solvencia. Lo que los archivos ponen en escena es una tentativa de actuar; por eso, porque es esencialmente inocente, la actuación del no actor produce incertidumbre: no hay garantías, de modo que el espectador nunca sabe qué va a pasar, si la obra saldrá bien o si simplemente llegará a su fin, si no la interrumpirá antes algún accidente.
Al principio, durante el trabajo de mesa, no busco nada en particular. Más bien veo qué traen ellos, qué es lo que cuentan primero, cómo eligen presentarse. Tengo algunas pautas, como unas boyas que me sirven para ir buscando cosas: documentos escritos (cartas que hayan escrito o recibido, por ejemplo), fotos, imágenes, objetos que sean importantes para ellos, cosas que los obsesionen. Me interesan mucho los accidentes que puedan haber sufrido. Y también cualquier contacto que hayan tenido con el cine, el teatro, la música; con el arte y los medios, digamos. Lo que más me interesa, por supuesto, es si tuvieron alguna relación con la escena, si hicieron teatro. Ese primer momento es muy extraño, porque la gente no le da valor a nada de lo que trae. Es como si nada tuviera importancia para ellos. Yo soy la que pone el valor.
Creo que, sin proponérmelo, todos los archivos rozan el problema de la extinción de un mundo, una sensibilidad, una manera de vivir. Son obras sobre “los últimos que…”, sobre “lo que queda de…"
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